Temperley: El difícil salto a la Primera División

Casi veintiocho años después de aquel nefasto Miércoles 6 de mayo de 1987 en cancha de Huracán, el  mismo estadio en el cual se había logrado el ascenso a primera, Temperley va a volver a jugar en Primera División.

Como le ha sucedido a la mayoría de los hinchas, todavía no terminamos de caer en esta situación porque todo se dio demasiado rápido. Durante muchos años en todos lados se hablaba de "recuperar el lugar histórico" el "sueño imposible" pero pensando siempre en el Nacional B como el objetivo deseado. Sin embargo hoy, por las vueltas que tiene la vida y por las extrañas particularidades que tiene el fútbol argentino nos encontramos con que ese gran objetivo soñado fue casi un lugar de paso de pocos meses. Increíble pero real.

Temperley va a jugar en Primera gracias a que sus dirigentes, cuerpo técnico y jugadores supieron aprovechar muy bien esta oportunidad servida por una extraña reestructuración que fue la medida póstuma de Julio Humberto Grondona. Hubo muchos otros que no lo lograron. Es que en el fútbol, como en la vida, tener billetera es importante pero no lo es todo. Hay muchos cuatro de copas con billetera que en las paradas importantes siguen demostrando que solo son eso: pobres cuatros de copas.

Sin embargo estrictamente desde lo deportivo no hay que engañarse, si bien Primera hoy por hoy no es la de tres o cuatro décadas atrás con grandes estrellas, el escalón de subir dos categorías en menos de seis meses se va a sentir, y mucho.

No decimos que la Primera antes era mejor por un "vicio de viejo" de pensar siempre que el fútbol de antes era mejor que el de ahora sino por una cuestión objetiva e histórica. En los '70 y en los '80 los jugadores de Primera que emigraban al exterior eran muy pocos, hoy cualquier chico que juega un campeonato destacado es vendido afuera. Los planteles están desde hace 15 o 20 años en recambio permanente y sin sostener sus figuras. Eso sin dudas baja el nivel y de algún modo lo empareja hacia abajo.

Temperley en sus dos últimas excursiones a Primera enfrentó ( y en muchos casos sufrió) al 99% de los jugadores que integraron los dos planteles campeones del mundo del 78 y el 86. Kempes, Passarella, Fillol, Luque Bertoni, Ardiles, Houseman, Gallego etc jugaron contra Temperley del mismo modo lo hicieron Maradona, Burruchaga, Enrique, Ruggeri, Batista, mas otros grandes jugadores como Caniggia, Bochini, y Francescoli por mencionar algunos. Hoy esto no sucede, imaginen el nivel  en una Primera que en los equipos rivales estuvieran Messi, El Kun Aguero, Angel Di Maria, Tevez, Mascherano etc... Claramente no es lo mismo.

De todas maneras sigue siendo un campeonato durísimo y no hay que engañarse por algunos éxitos de equipos del ascenso en la Copa Argentina campeonato al cual los clubes de primera recién toman en serio en sus instancias finales. En un sistema de todos contra todos el torneo va a ser una carnicería y los equipos que vienen de abajo van a sufrir hasta adaptarse. La clave va a estar en adaptarse lo antes posible, pero hasta ese momento no va a ser fácil. Es de esperarse que los mismos que hoy claman por monumentos, si las cosas no salen bien de entrada, no empiecen a pedir cabezas. En las buenas todos somos amigos, en las malas quedan solo los que sirven.

En 1975 frente a esos grandes equipos de la época Temperley sufrió y de no haberse reestructurado los torneos eliminando los descensos, el Celeste hubiera perdido la categoría. Temperley tenía mayoría de jugadores provenientes del ascenso, era un plantel con presupuesto muy inferior al resto de los equipos.  De todas maneras  tenía grandes futbolistas que ese mismo año en el Nacional demostraron que podían jugar de igual a igual frente a cualquiera. Allí nació "El Gasolero" bautizado de ese modo porque andaba mucho y gastaba poco.

En 1983 la cosa fue distinta. El plantel que ganó el ascenso de 1982 estaba integrado con algunos jugadores que tenían mucha experiencia en Primera y fueron el sostén de ese equipo que brilló en su regreso llegando a semifinales del Nacional .Luego en el Metropolitano salvó dignamente la categoría.

Ese equipo de Humberto Zucarelli tenía mucho en común con el actual de Ricardo Rezza, ordenado sin grandes destellos individuales que sumaba mucho en el Beranger pero le costaba horrores hacerlo de visitante. Recién pudo zafar del descenso en el final en un recordado partido de local frente a River Plate en el que Temperley venció uno a cero y mandó al descenso nada menos que a Racing.

Mientras Temperley mantuvo la cultura "gasolera" en primera,todo anduvo bien y si tuvo que descender como en 1977, no se hizo a costa del club. Se sufrió mucho ese descenso pero la institución quedó tan indemne que poco tiempo después se logró otro ascenso. Diez años mas adelante la cosa iba a ser muy distinta. En el campeonato 1986/87 se trajo un técnico mediocre, se llenó el plantel de figuras costosas, con "nombre" pero medio pelo y el resultado fue no solo el descenso deportivo sino la destrucción institucional. Cuando Temperley quiebra en 1989 y casi desaparece en 1991 el 90% de los acreedores de la quiebra eran los jugadores de ese plantel armado en 1986 para salvar la categoría. Esta es una lección que debe ser siempre recordada.

Este ascenso a Primera fue un regalo del cielo. Me imagino que cualquier hincha menor de treinta años debe sentirse, como yo me sentía en los '70, volando y viviendo un sueño. De todos modos es un regalo que no debe intentar sostenerse a cualquier costo. Si en el 2015 o en el 2017 o cuando sea toca descender, debe tomarse como una circunstancia deportiva y nunca mas una apuesta a todo o nada donde las fichas son los bienes y el futuro del club.

En mi opinión ese es el mayor desafío de los próximos años, mucho mas importante que ir a jugar al Monumental o recibir a Boca.