Balance 2014: Cuatro series nuevas destacadas

Ya destacamos en notas anteriores cuatro buenas comedias, y cuatro miniseries estrenadas en el año 2014. Con las series nuevas el año fue bastante mediocre, mucho hubo que revisar como para encontrar cuatro que merezca la pena comentar y recomendar con algunas reservas.


The Knick - Bien hecha, pero demasiado gráfica

Tanto desde su cuidada realización como por su reparto, encabezado por la estrella de cine Clive Owen, The Knick tiene toda la apariencia de ser una de las recordadas series de HBO, sin embargo su realizador Stephen Sodenbergh prefirió junto a los directivos de la cadena que esta serie se estrene en Cinemax, el segundo canal, un tanto marginal que tiene HBO.

La serie tiene puntos altísimos en todo lo referente a su realización, el trabajo actoral, la espectacular ambientación de una New York de principios de siglo y un tema muy atrapante como es el avance de la medicina en dicha época. Es muy interesante ver el contrapunto entre los médicos a los que les costaba romper con los esquemas de curación tradicionales, y otros que pugnaban por investigar e implementar técnicas nuevas, a costa de la vida de los pacientes.

Es precisamente en el modo en que muestran las escenas de quirófano el primer punto en contra que tiene esta serie. No es para estómagos sensibles. Hay quienes dicen que es menos gore que The Walking Dead, pero es distinto. Un zombie es algo irreal, ver como un médico corta y revuelve entre los órganos de una persona entre cataratas de sangre es muy realista e impresionante. Conozco gente que no ha podido con ella, solo por este tema.

Por último han sido mucho mas redondas las tramas vinculadas al avance de la medicina que aquellas en las que se ocupaban de las adicciones del protagonista, las cuales han sido algo extensas y redundantes. De todos modos The Knick sin dudas fue una de las mejores nuevas series del año y se recomienda con la salvedad mencionada en el párrafo anterior.

Transparent - Un canto a la vida

Transparent es la historia de Mort, un hombre de mas de sesenta años, separado y con tres hijos adultos que a esa edad decide cambiar su vida y comenzar a vivir como una mujer. Toda su vida y condicionado por los tabúes sociales Mort reprimió esta situación y  en un punto, cruzó el Rubicon y comenzó a vivir como Maura.

También es la serie de los tres hijos de Maura, quienes en los primeros capítulos nos son mostrados como seres bastante egoístas y desagradables pero a medida que los vamos conociendo esta percepción cambia pues la historia comienza a humanizarlos. Al igual que Girls, Transparent explota como una virtud la falta de empatía con estos personajes. A diferencia de la serie de Lena Dunham, esta no está contada desde un punto de vista tan soberbio y omnipresente. Es una historia familiar simple y compleja a la vez con personajes humanos y por ende con muchos defectos.

El trabajo que hace Jeffrey Tambor como Maura es brillante. Vamos conociendo en algunos flashbacks todas sus tribulaciones del pasado respecto al tema y al sufrimiento que toda esta situación le producía.La naturalidad con la que el actor refleja toda esta transición asombra.  La serie es dura, y tiene momentos muy dramáticos pero el mensaje en el fondo es esperanzador pues muestra que nunca es tarde para recuperar el tiempo perdido. De las nuevas es la única que se recomienda sin restricciones.


Outlander - Novela de la tarde, muy bien hecha

Outlander no es muy distinta argumentalmente  a cualquier "novela de la tarde" en la cual casi desde el principio sabemos que una determinada mujer estará predestinada a que "pase algo" con un determinado hombre y todos los obstáculos y subtramas tienen su razón de ser en ese tema central.

De todas maneras, el elemento fantástico del inicio sumada al entorno de una persona del siglo XX que debe adaptarse a la vida de una Escocia del Siglo XVIII le suman interés. Siempre opiné que una serie es buena independientemente de su género cuando en el desarrollo podemos verla casi olvidándonos del mismo. Outlander es una novela romántica pero de la mano de Ronald D. Moore tiene todos los elementos para que durante muchos tramos de la misma nos olvidemos de ello.

También es muy importante el trabajo que hace la actriz irlandesa Caitriona Balfe quien no solo es hermosa sino que está perfecta en el papel de la enfermera de la segunda guerra mundial que es mágicamente trasladada a la Esocia del 1740 y se enamora del único escoces rubio, limpio, lindo y sin barba. Parece una tontería, pero no lo es. Se recomienda especialmente a quienes les gustan las novelas románticas, y con reservas a quienes les atraigan las historias de aventuras.

Happy Valley - Un policial con alma

Es sabido que las series ingleses le suelen dar a todos los temas una o dos vueltas de tuerca mas profundizando sus historias. Es el caso de Happy Valley la cual se centra en la detective Catherine Cawood quien debe investigar un caso que poco a poco se va vinculando a otro de su pasado que la involucró muy personalmente. El hecho policial, dramático y brutal se muestra mas y la trama avanza a partir del efecto que el mismo tiene en los afectados que en la pura y simple investigación.

Esta serie se maneja en tres planos, por un lado conocemos la dramática vida de la protagonista, quien cría junto a su hermana a un nieto de su única hija la cual cometió años atrás suicidio, por el otro  conocemos también a Kevin Weatherill un contador mediocre y frustrado que tiene menos dinero que el que necesita para educar a sus hijas, finalmente hay un hecho policial que poco a poco comienza a juntar estas historias.

El guión es excelente de punta a punta, y las actuaciones de Sarah Lancashire como la protagonista, Siobhan Finneran como su hermana y de Steve Pemberton como Kevin son de primer nivel. Happy Valley iba a ser una miniserie, pero el éxito de crítica que ha tenido tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos ha hecho que BBC1 haya anunciado su renovación. Recomendada especialmente a quienes les gusten las policiales "a la inglesa" es decir con mucho desarrollo de personajes y no tanta acción