martes, 23 de diciembre de 2014

Nostalgia: Navidad muy negra en M.A.S.H.

En 1970 una de las películas favoritas de la prensa y el público fue M.A.S.H. la cual hacía una ácida crítica antibélica partiendo del humor negro ambientando su historia en un hospital de campaña en la guerra de Corea.

Sus protagonistas Elliot Gould y Donald Sutherland se convirtieron en estrellas de Hollywood a partir de la misma y fue nominada a cinco premios Oscar (ganó uno) y cinco Globos de Oro, de los cuales ganó dos. Aprovechando el éxito comercial de esta película la CBS compró sus derechos y desarrolló una serie que hoy por hoy es considerada por muchos una de las mejores comedias de televisión de todos los tiempos.

M.A.S.H. una comedia con capítulos de media hora de duración filmada en cámara única como era habitual en los `70  tomaba la historia original de la película sobre dos médicos que para poder tolerar la terrible situación de estar salvando vidas y vivir entre soldados heridos y moribundos, se tomaban todo a broma y vivían borrachos, pasándola bien con las enfermeras. Su actitud general, en especial la del protagonista Hawk Eye Pierce era tomar una actitud muy cínica y sarcástica respecto a los militares y la guerra. Alan Alda y Wayne Rogers, luego reemplazado por Mike Farrell protagonizaban esta serie que durante sus once temporadas en pantalla entre 1972 y 1983 tuvo 18 millones de espectadores promedio y arrasaba en sus categorías en las entregas de premios.

Una de las primeras series que exploró el ambiguo terreno de la "dramedia" fue M.A.S.H. Si bien en las primeras temporadas era una comedia pura, a partir que fue avanzando la serie comenzaron a incluir capítulos donde el entorno dramático superaba a los personajes y la temática abandonaba directamente el género para entrar en el terreno del drama.

Cuando al final de la tercera temporada uno de los miembros del reparto regular el actor Mclean Stevenson decide dejar la serie, su personaje el capitán Henry Blake muere al ser bombardeado el avión en que era trasladado de regreso. Este capítulo con las reacciones de todos los personajes fue una sorpresa para los televidentes, pero tuvo muy buena recepción en la crítica e incrementó la popularidad del programa. De este modo a partir del mismo los guionistas comenzaron a alternar episodios de comedia, con otros de contenido mas dramático.

Sin dudas uno de los capítulos mas terribles y mejores de este tipo fue el quinto de la novena temporada llamado "Death takes a Holiday". En el mismo en Navidad llega al Hospital un soldado mortalmente herido y todos los médicos y enfermeras se unen en el esfuerzo de operarlo aunque no haya esperanzas. El objetivo de  prolongar la vida del soldado así mas no sea unas horas era para que el mismo no muera en esta fecha y de este modo no se le arruine esa fiesta en el futuro a su familia.

Este capítulo, uno de los mejores de la serie, también es considerado uno de los mejores capítulos de Navidad de la historia de la televisión norteamericana.

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