jueves, 18 de diciembre de 2014

Marco Polo, a veces las comparaciones no son odiosas

Marco Polo de Netflix es últimas series a estrenarse en este 2014. La propuesta cubre la vida del navegante Veneciano en los primeros años de su estadía en la corte de Kublai Kan.

Si bien algo ya comentábamos tras ver el piloto habiendo visto ya cinco capítulos quiero agregar un par de conceptos mas y hacer las debidas recomendaciones.

Marco Polo claramente es una serie de aventuras. La estructura de su guión en estos primeros capítulos tiene muchos puntos en común con la de Vikings.

Uno de los personajes mas interesantes en la primera temporada de Vikings es el monje Athelstan pues a través de sus ojos vemos el gran impacto que produce el choque entre dos culturas diametralmente opuestas. Athelstan es testigo de los comportamientos sociales y culturales de los Vikingos como un monje inglés del medioevo que casi no había salido del convento.

Hay quienes critican a Vikings por sus tramas un poco elementales y previsibles, sin embargo y conociendo el hecho que su argumento se basa en las investigaciones de los historiadores mas importantes de la cultura vikinga, esos argumentos simples combinados con la situación de saber que estamos dando en los ojos de Athelstan una mirada de primera mano a una de las culturas que cambió la historia de la humanidad, la serie mejora en interés y entretiene.

Los principales historiadores e investigadores de la cultura china y mongol desprecian y no le dan el menor valor histórico al libro de Marco Polo, a esto le debemos sumar el hecho que Netflix ha tomado ciertos elementos centrales del libro pero luego lo ha condimentado con historias imaginarias de traiciones familiares, desnudos innecesarios y mucho sexo, supongo que para atraer al público que mira algo solo para ver este tipo de cosas.

La mirada de Marco Polo a esa cultura china no genera curiosidad. Mas allá que algunos de los personajes que se mencionan existieron, uno sabe que está viendo ficción, y nada en lo histórico atrae en esta serie.

Por ende, sin ese condimento, la serie debe construir el interés del espectador sobre la historia que están contando y el carisma de los personajes. En otras palabras, desarrollar los personajes de modo que nos importen y que los mismos lleven a cabo situaciones que nos sea interesante presenciar.

Marco Polo en todos los capítulos tiene alguna situación interesante, algún diálogo bien puesto y poco mas. Después están las grandilocuentes frases dichas en tono de proverbio chino, las escenas donde un protagonista impávido observa como su Kan pasa casi sin pestañear del extremo sentimentalismo a la crueldad mas extrema, mucha gente quitándose la ropa y practicando sexo en cualquier lado y poco mas. No es fácil entretenerse con los largos capítulos de Marco Polo

Tampoco colabora a generar interés la actuación de su protagonista Lorenzo Richelmy quien carece de carisma. No es del tipo de personaje irritante que uno llega a desear que lo maten, sino que le faltan atributos actorales para transmitir las situaciones extremas que le tocan vivir. El resto del reparto hace lo que puede, La pareja imperial interpretada por Benedict Wong y Joan Chen no están mal en las escenas mas o menos orgánicas pero patinan cuando deben interpretar situaciones que se acercan mucho al ridículo.

Pasando en limpio, si están dispuestos a ver durante diez horas una serie de aventuras muy liviana, no muy bien actuada y con cero rigor histórico, pueden hacerse una pasada por Marco Polo y los puede llegar a entretener.

El resto, sigan buscando que hay cosas mucho mejores que esta para ver.

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